Esta terapia consiste en un grupo de personas más o menos amplio (en función del terapeuta) que ha sufrido una misma circunstancia o muy parecida, construye una sesión terapéutica para contar y compartir su percepción, estado emocional y realidad en la que se encuentra tras ese acontecimiento.
Todo esto, necesariamente supervisado y dirigido por un profesional psicoterapeuta que organiza, estructura y dinamiza la sesión.
Lo bueno de la Terapia de Grupo es que la persona sabe que se encuentra ante seres que les ha sucedido el mismo acontecimiento (la pérdida de un ser querido, lo que llamamos duelo, un acontecimiento traumático (accidente, agresión, maltrato,…), una enfermedad (Cáncer, ELA,…) o incluso adicciones (alcohol, cocaína, heroína, juego,…)).
El objetivo es que las propias experiencias que cada persona va teniendo y sintiendo en su vida, sirvan para ayudar a otras personas que se encuentran en el mismo proceso.
El sentido de esta terapia es de descubrir que por muy grande que haya sido el problema no es el/la único/única, sino que existen otras personas en su misma circunstancia y realidad. Ya que las experiencias de unas personas se pueden convertir en la fuerza y la motivación de otras, pero sobre todo el hecho de sentirnos arropados y acompañados es fundamental para los procesos de recuperación y reinserción social y restauración de la persona.