La Psicología Clínica es con mucho la especialidad más famosa y la más requerida de todas las especialidades de Psicología.
Todas las personas tienen una noción más o menos clara de en qué consiste la Psicología Clínica. Pero, ¿Por qué la terapia cura? ¿Qué es lo que la terapia cura? La propia palabra “Psicología” viene del griego “Psique” (palabra en griego) que significa alma y “Logos” del griego que significa conocimiento. Así la psicología sería la ciencia que busca el conocimiento del alma.
En el siglo XX, podemos llamar perfectamente alma, o así lo creemos nosotros, a la mente emergente que nace y se construye desde nuestras estructuras neuronales y sus procesos bioquímicos.
La Psicología Clínica estudia, evalúa y mide esos procesos emergentes e interpreta como estos estados de la mente inciden y afectan al individuo. A su conciencia, a su autopercepción, a su realidad, a su YO.
La Psicoterapia es el proceso a través del cual trabajamos con esos estados mentales, con el fin de reestructurarlos y ajustarlos para conseguir una buena capacidad de relación e integración en su medio y por ende un sentimiento de equilibrio y bienestar interno. La Psicoterapia tiene corrientes y cada una de esas corrientes desarrolla técnicas con el único objetivo de conseguir los resultados anteriormente mencionados. Las técnicas psicoterapéuticas son buenas en sí, algunas más eficaces que otras para ciertos problemas o trastornos. Pero sobre todo, lo más importante es que las técnicas usadas en un proceso terapéutico estén adaptadas a la cognición, capacidad y realidad de la persona con la que se está interviniendo.
No obstante, hay tres ideas muy importantes a tener en cuenta de lo que no es la psicoterapia:
- La Psicoterapia no es magia
- La Psicoterapia no son clases magistrales
- La Psicoterapia no es hablar
La Psicoterapia es un proceso que al final, gracias a las técnicas y trabajo realizado y apoyada en la plasticidad neuronal del cerebro, corrige y modifica la forma de evaluar y procesar el mundo, la realidad y a uno mismo. Hasta donde cada caso permita, para conseguir una mejor adaptación y autopercepción y por ende una mejor calidad de vida.